La NASA ha anunciado que el instrumento del infrarrojo cercano (NIRSpec) que equipa el telescopio espacial James Webb ha detectado la presencia de vapor de agua alrededor de un cometa situado en el cinturón principal de asteroides. Este hallazgo atestigua por primera vez la presencia de hielo en estos cuerpos celestes situados entre las órbitas de Marte y Júpiter.
El vapor de agua se ha hallado en torno al cometa 238P/Read. Cuando la órbita que sigue lo lleva a aproximarse al Sol, el hielo de su superficie se vaporiza parcialmente y contribuye a que tanto su halo nebuloso como su cola aumenten de tamaño.
Michael Kelly, uno de los astrónomos que han participado en este descubrimiento, ha indicado que los datos espectrales aportados por el NIRSpec confirman que es, efectivamente, hielo de agua lo que crea este efecto. Las observaciones realizadas, ha añadido, ponen de relieve que puede existir hielo de agua del Sistema Solar primitivo conservado en el cinturón de asteroides.
Este descubrimiento abre la puerta a que en un futuro se apruebe una misión que envíe una sonda para tomar muestras de uno de estos cometas del cinturón principal y analizar su composición. Un paso que Stefanie Milam, coautora de este estudio, confía que podría ayudar a explicar no sólo el origen del agua en la Tierra, sino también la historia de la distribución del líquido elemento en el resto de planetas del Sistema Solar.