El estudio Radical Forge ha anunciado que está desarrollando un simulador de granja con un tono de humor para PC llamado Southfield que combina la gestión de los cultivos con unas físicas peculiares que crean efectos caóticos.
Los jugadores pueden explorar la isla en la que tiene lugar la historia y utilizar máquinas estrafalarias para automatizar las cosechas. Una labor que toma una nueva dimensión cuando las plantas pueden emitir radiación, cambiar de forma y, llegado el caso, incluso explotar. Además, se pueden mezclar las semillas y crear plantas completamente nuevas:
Southfield se puede jugar en solitario o con hasta tres acompañantes. Durante las partidas, se pueden personalizar las granjas, añadir trampolines, cañones de aire o cintas transportadoras que faciliten la recolección de los frutos.
Pero además de gestionar los sembrados, en Southfield también es necesario construir edificios en los que vivir. Estos pueden ir desde pequeñas casas rústicas de madera hasta grandes castillos de piedra.
Os dejo para acabar con una galería de imágenes de Southfield: