Probablemente, si hay un símbolo que todos asociamos a Internet y a las nuevas tecnologías en general ése es la @. Pero lejos de lo que podría pensarse, lleva muchos años entre nosotros. Muchísimos. Tanto es así que la primera representación escrita de la que se tiene constancia data del 4 de mayo 1536, cuando un mercader florentino llamado Francesco Lapi envió una carta desde Sevilla a Roma describiendo la llegada de 3 barcos con tesoros procedentes de América.
En la misiva -atentos a la imagen que tenéis bajo estas líneas- se indicaba que «una @ de vino, que es 1/13 de un barril, vale 70 u 80 ducados». El símbolo hacía referencia a la unidad de masa arroba, que procede del árabe y equivale a la cuarta parte de un quintal. O lo que es lo mismo, a 11,34 Kg.
Por cierto, la primera vez que se usó la @ en un entorno informático fue en 1971, cuando el ingeniero Ray Tomlinson envió un mensaje desde su ordenador PDP-10 en el que usó la arroba para separar el nombre del destinatario al que iba dirigido el correo del lugar donde estaba.
Fue la primera dirección electrónica de la que se tiene constancia en la que se hizo uso del formato que utilizamos hoy en día. Concretamente, fue ésta: tomlinson@bbn-tenexa.