Microsoft está decidida a ampliar su presencia en los países con economías emergentes sea como sea. Tal es el caso de India, China o Brasil, estados en los que la renta per cápita actual imposibilita a una buena parte de la población acceder a ordenadores de última generación equipados con el software de la compañía de Seattle, pero que están experimentando un crecimiento económico explosivo que los llevará a convertirse en grandes potencias durante las próximas décadas.
Así pues, es de vital importancia para la compañía estadounidense posicionarse en estos mercados. Y para ello han ideado un método cuando menos curioso. Veréis, se trata de que las familias que no puedan afrontar inicialmente el pago de un ordenador abonen la mitad del precio del equipo y entre 0,50 y 0,75 dólares por cada hora que lo utilicen hasta completar el precio de la máquina.
¿Absurdo? Es posible, pero estoy convencido que todos hemos conocido proyectos descabellados que han tirado para delante no se sabe bien cómo, así que no me extrañaría lo más mínimo que Microsoft rentabilizara su apuesta en muy poco tiempo.
Y es que, si bien lo lógico sería que los gobiernos de dichos estados apostaran por el software libre como manera de abaratar el precio de los ordenadores, el desconocimiento, la corrupción y la incompetencia de la clase política son un punto a favor de las grandes multinacionales que a buen seguro tratarán de aprovechar por todos los medios.