La gama del iPhone 15 se va a poner a la venta mañana acompañada de la habitual expectación que rodea a los nuevos productos de Apple. Lo va a hacer acompañada de novedades muy esperadas, como la inclusión de un puerto USB-C, un diseño ligeramente renovado, unas pantallas con bordes más finos y mejoras en el sistema de cámaras.
Pero si hay algo que no a cambiar va a ser que sus chips van a seguir incluyendo los módems 5G de Qualcomm. Y es que, a pesar de las enormes inversiones que lleva realizando Apple en este terreno desde hace un quinquenio para desarrollar su propio módem, los resultados no están siendo satisfactorios.
Sin ir más lejos, hace diez días se hizo público que había llegado a un acuerdo con Qualcomm para seguir utilizando sus diseños hasta 2026, lo que evidencia que no espera tener listo un módem 5G competitivo hasta entonces. Se trata de un jarro de agua fría en toda regla habida cuenta de que en 2019, cuando compró la división 5G de Intel por una cifra aproximada de 1.000 millones de dólares, los planes que se manejaban apuntaban a que el diseño estaría finalizado en 2023.
Hoy, una pieza publicada por el Wall Street Journal ahonda en este tema. Basándose en la información aportada por fuentes internas de Apple, el artículo apunta a que este proyecto, denominado internamente Sinope, se ha visto afectado por plazos poco realistas, problemas técnicos y una mala comunicación entre los equipos encargados de su desarrollo.
Pese a ello, indica el WSJ, la intención de los máximos ejecutivos de Apple era utilizar este módem 5G en el iPhone 15. Una idea que tuvieron que desechar a finales del año pasado cuando las pruebas que realizaron a unos primeros prototipos dejaron patente que ofrecían un rendimiento inferior a los de Qualcomm, que tenían un tamaño excesivo y que, además, sufrían problemas de sobrecalentamiento.
Estos tests pusieron de manifiesto, según han explicado personas familiarizadas con este proyecto, que sus módems están tres años por detrás de los de Qualcomm a nivel tecnológico. Una realidad que ha forzado a Apple a seguir utilizando los chips de Qualcomm a la espera de que sus diseños maduren y sean competitivos, algo que fuentes conocedoras de la situación no creen que se produzca hasta, como muy pronto, 2025.