El Optimus L7, el buque insignia de la nueva línea de smartphones L-Style que presentó LG durante la última edición del Mobile World Congress que se celebró en Barcelona del 27 de febrero al 1 de marzo, va a hacer su desembarco en España esta semana en primicia de la mano de Orange.
Dotado de un diseño fino y estilizado, este modelo cuenta con una pantalla LCD TFT de 4,3 pulgadas con una resolución de 800 x 480 píxeles, un procesador Qualcomm MSM7227A Turbo (Cortex A5) a 1 GHz, una cámara trasera de 5 megapíxeles con autofoco y flash led y otra frontal VGA, 512 MB de RAM, 4 GB de almacenamiento, permite grabar vídeos en HD a 720p y equipa una batería de Li-Ion de 1.700 mAh.
Asimismo, dispone de acelerómetro, brújula digital, WiFi b/g/n, WiFi Direct, WiFi hotspot, DLNA, Bluetooth 2.0, un puerto microUSB 2.0, es compatible con la tecnología NFC, mide 125,5 milímetros de altura, 67 milímetros de anchura y 8,8 milímetros de grosor y su peso es de 121 gramos, una cifra muy contenida si la comparamos con los 140 gramos del iPhone 4S o los 133 gramos del Samsung Galaxy S III.
Pero además de por sus características técnicas, el LG Optimus L7 destaca por ser el primer terminal de la compañía surcoreana que se va a poner a la venta con Android 4.0.3 Ice Cream Sandwich, la última entrega del sistema operativo de Google que se está convirtiendo en la opción por defecto de los móviles de gama alta que están apareciendo en los últimos tiempos, como es el caso del Samsung Galaxy S III o del HTC One X.
El precio de lanzamiento del LG Optimus L7 es de 29 euros si se contrata la tarifa Delfín 40 de Orange y, aunque de momento se comercializará únicamente la versión de color negro, a partir del mes de junio de 2012 estará disponible también en tono blanco.