En el 2008, gracias a los datos proporcionados por el telescopio espacial Hubble, astrónomos de la NASA descubrieron un planeta orbitando la estrella Fomalhaut a 25 años luz de la Tierra. El exoplaneta, uno de los primeros del que se pudieron mostrar imágenes, fue localizado en el interior de un inmenso cinturón de polvo que rodea al astro y que le otorga un aspecto que recuerda al Ojo de Saurón tal y como aparece representado en El Señor de los Anillos.
Cinco años más tarde, nuevas evidencias recopiladas han permitido a los científicos calcular que el cinturón es mayor de lo que se presuponía y se extiende hasta una distancia de entre 22.500 y 32.100 millones de kilómetros de la estrella. Aun más sorprendente ha sido constatar que el planeta, llamado Fomalhaut b, sigue una inusual órbita elíptica que podría llevarle a atravesar el anillo y colisionar con algún cuerpo que se encontrara por el camino.
El planeta necesita de 2.000 años para completar una órbita alrededor del astro que le da nombre y la trayectoria que describe le lleva a acercarse en un momento determinado a 7.400 millones de kilómetros del mismo, mientras que en el punto más lejano se llega a situar a 43.400 millones de kilómetros.
Los astrónomos sopesan la posibilidad de que haya otros cuerpos que alteren gravitacionalmente a Fomalhaut b y hagan que siga una órbita tan excéntrica. Una de las hipótesis que se han planteado es que un planeta aún por descubrir lo haya sacado desde una órbita primigenia y más cercana a la estrella hasta la que se sigue actualmente. De hecho, si la órbita de Fomalhaut b se encuentra en el mismo plano que el anillo de polvo y hielo que rodea la estrella, llegará a su altura alrededor del año 2032.
Esta posibilidad va a hacer que los astrónomos monitoricen a Fomalhaut b hasta entonces puesto que en caso de que lo cruzara, los restos de roca y hielo del mismo podrían adentrarse en su atmósfera y crear un espectáculo de fuego y luz similar al que se dio cuando el cometa Showmaker-Levy 9 topó contra Júpiter.