A través de News.com descubro que el disco duro celebra en septiembre sus bodas de oro. Cincuenta años en los que los avances tecnológicos han permitido multiplicar la capacidad de estos dispositivos desde los 5 MB de medio siglo atrás hasta los 750 GB que pueden albergar los últimos modelos que se han comercializado.
Si los microprocesadores, siguiendo casi a rajatabla la Ley de Moore, han duplicado su capacidad cada 2 años, algo similar ha sucedido con los discos duros, que han visto doblar su capacidad de almacenamiento cada bienio hasta llegar a las cifras actuales.
No me negaréis que es cuando menos curioso que un sector tan competitivo y que evoluciona tan rápidamente como la informática se sustente en buena medida sobre unos dispositivos que tienen 5 décadas a sus espaldas.