Los cúmulos de galaxias son las mayores estructuras ligadas por la gravedad que existen en el Universo. Una de las más gigantescas que se han detectado hasta la fecha es el cúmulo de Perseo. Situado a 240 millones de años luz, en la constelación que le da nombre, está compuesto por más de 1.000 galaxias y tiene un inimaginable tamaño de 11 millones de años luz de diámetro.
La mayor parte de la materia observable en el cúmulo de Perseo está compuesta por nubes de gas que se encuentran a temperaturas de decenas millones de grados centígrados y que brillan intensamente cuando son observadas en rayos X. En el centro del cúmulo se oculta además un agujero negro supermasivo.
La imagen que encabeza este artículo fue tomada en 2017 por el observatorio Chandra, un telescopio espacial de la NASA que puede observar el espacio en rayos X. El encuadre abarca más de un millón de años luz en el centro del cúmulo de Perseo y muestra el aspecto que adoptan las nubes de gas que lo forman, similar al de un remolino cósmico.
Para que nos hagamos una idea más aproximada de su tamaño, basta con señalar que la Vía Láctea tiene un diámetro aproximado de 105.000 años luz, una décima parte de la estructura superior, que a su vez abarca sólo una pequeña parte del cúmulo de Perseo.