El 16 de diciembre del año pasado, Zynga, la compañía que hay detrás de videojuegos tan conocidos como FarmVille, CastleVille, CityVille o Hidden Chronicles, salió a bolsa con un precio de 10 dólares por acción y una valoración que alcanzó la mágica cifra de los 10.000 millones de dólares.
Tras unas primeras semanas titubeantes en las que se sucedieron incrementos y descensos continuos, la cotización de sus títulos empezó a subir como la espuma conforme se fue acercando en el tiempo el esperadísimo debut en los parqués de Facebook y llegó hasta unos increíbles 15,91 dólares el 2 de marzo.
Desde entonces, la empresa ha perdido casi un 70% de su valor en el NASDAQ. De hecho, en la jornada de ayer se dejó un 13% y sus acciones bajaron por primera vez de los 5 dólares después de que se filtrara un informe en el que se pone de manifiesto que el número de usuarios diarios de sus franquicias más populares, a las que se puede acceder tanto desde redes sociales como Facebook, Orkut, Google+ o MySpace como también desde smartphones, disminuyó el mes pasado en un 8%.
La circunstancia que ha provocado la huida en masa de los inversores y el consecuente desplome de los títulos de Zynga no es únicamente este importante descenso, sino el hecho de que sea el segundo mes consecutivo que se produce. Por si eso fuera poco, un analista de la firma Cowen and Co ha relatado que casi todos los juegos que distribuye han sufrido bajadas significativas debido a que los usuarios están migrando paulatinamente hacia la pléyade de pequeños videojuegos disponibles para los dispositivos móviles.
Zynga, que en marzo llegó a tener una disparatada valoración bursátil que doblaba sobradamente a la de gigantes como Electronic Arts, ha visto cómo de repente la burbuja en la que vivía ha explotado y en sólo 3 meses su cuento de hadas ha pasado a mejor vida. Se admiten apuestas acerca de quién será la siguiente empresa en caer.