El 1 de marzo de 1938, la empresa DC Comics realizó el mejor negocio de su larga y fructífera historia. Ese día entregó al escritor Jerome Siegel y al ilustrador Joe Shuster, 2 jóvenes procedentes de Cleveland, un cheque por valor de 412 dólares mediante el cual les pagaron 282$ por varias historias que les habían encargado previamente y otros 130$ por los derechos de un personaje que habían creado 6 años antes y que ninguna editorial les había querido publicar.
Unas semanas más tarde, concretamente el 18 de abril de 1938, hicieron que este superhéroe apareciera en la portada del primer número de la revista Action Comics. Vestido con un ajustado traje azul, una capa de color rojo y un emblema a la altura del pecho en el que destacaba una gran S, Superman, el hombre de acero, se convirtió rápidamente en un icono cultural estadounidense y más tarde universal y cimentó las bases de una industria que hoy en día mueve miles de millones de euros anuales procedentes tanto de la venta de cómics como, muy especialmente, de los derechos derivados de las películas y videojuegos que se crean a partir de sus personajes, así como de la comercialización de juguetes y productos relacionados.
El cheque en cuestión se creía perdido desde hacía mucho tiempo, pero para sorpresa de propios y extraños esta semana han publicado en Internet un escaneado del mismo. Conociendo la enorme pasión que despiertan este tipo de objetos en Estados Unidos, tiene toda la pinta de que su afortunado poseedor va a ganar mucho dinero vendiéndolo a algún particular o museo.