Hace algo más de un año, los creativos de Coca-Cola idearon un anuncio publicitario que tenía como protagonista a una máquina expendedora de refrescos colocada en un campus universitario que se dedicaba a repartir bebidas, pizzas y bocadillos gratis entre los estudiantes:
El vídeo ha sumado más de 3.200.000 visitas desde entonces y ha recibido elogios por doquier, por lo que estaba cantado que antes o después la multinacional estadounidense iba a retomar la idea central de ese anuncio y la iba a reutilizar para rodar otro espot similar. Así ha sido.
Para la ocasión la máquina de refrescos ha sido sustituida por un camión de reparto que obsequia con bebidas, balones, muñecos inflables, tablas de surf, pelotas de playa o frisbees a los habitantes de Río de Janeiro que pulsan un gran botón colocado en su parte trasera. Todo ello aderezado, claro está, con la típica música de fondo alegre, cercana y optimista:
Se puede cuestionar hasta qué punto es ético que una empresa de este tipo utilice a gente desfavorecida para rodar un anuncio en el que se presenta como una corporación magnánima preocupada en aportar unos instantes de felicidad a personas que viven en la pobreza, eso es indudable, pero también es cierto que el espot les ha quedado redondo.