La OCU ha publicado un informe donde alerta que el acceso a Internet en España es uno de los más caros y su velocidad de las más bajas de Europa. Partiendo de la situación en Alemania, Bélgica, Francia, Holanda, Italia y Reino Unido, la Organización de Consumidores y Usuarios concluye que la conexión más barata en nuestro país es un 133% más cara que en Francia, donde además la velocidad de descarga es mayor.
La diferencia asciende hasta el 500% si se comparan los precios de las ofertas más elevadas. Por contra, los operadores españoles no imponen un límite de descarga mensual como sucede en otros estados europeos.
Esta problemática se debe, según Javier Arranz, técnico de la OCU, a que las ofertas «más atractivas están reservadas a los clientes con acceso al bucle desagregado, en el que toda la línea que va desde la centralita hasta el domicilio del abonado se desconecta de la red de Telefónica para pasar a otro operador que, a través de ella, puede ofrecer servicios de ADSL, llamadas de voz, TV o telefonía por redes de datos».
Arranz ha apuntado que la situación actual propicia que haya ciudadanos que puedan optar a las velocidades más altas que ofrecen las compañías de telecomunicaciones, mientras que aquellos que residen en zonas donde no llega el bucle desagregado deben conformarse con una conexión a Internet más baja.
Pero nada cambiará hasta que los más de 20 proveedores de Internet que hay en España decidan invertir importantes sumas de dinero para crear sus propias infraestructuras. Por el momento, y dado que les resulta económicamente más provechoso, se dedican mayoritariamente a revender el ADSL de Telefónica.