El Tribunal Supremo de Estados Unidos, en una decisión unánime, ha dictaminado que los grupos y compañías que hay detrás de los programas P2P más conocidos, como es el caso de eMule, BitTorrent o Grokster son responsables de violaciones contra la propiedad intelectual cuando los usuarios que los utilizan copian y comparten música, películas o cualquier otro material sujeto a derechos de autor.
Al respecto, David Shouter, juez del tribunal norteamericano, ha explicado que «quien distribuye un producto con el objeto de promocionar su uso para infringir el ‘copyright’ es responsable de la infracción por parte de terceros».
La resolución ha supuesto una victoria histórica para las empresas discográficas norteamericanas y los estudios de Hollywood, quienes en su momento declararon que «las millones de infracciones sobre el copyright que se producen a diario no ocurrirían sino fuera por la existencia de estos programas».
Así pues, la decisión pone fin a la batalla legal que durante años ha enfrentado a las grandes empresas del entretenimiento estadounidense contra las aplicaciones P2P, y que el pasado mes de diciembre vivió su penúltimo capítulo cuando la Corte de Apelación de los Ángeles resolvió que los creadores de programas de pares no eran responsables del uso que sus usuarios pudieran llegar a darles, puesto que no tenían control sobre ello.