Cuando Doom apareció en diciembre de 1993 revolucionó por completo la industria del videojuego y popularizó de la noche a la mañana un género, el de los disparos en primera persona o FPS, que por aquel entonces era desconocido para la mayoría de los usuarios. Su temática, ambientación y, para la época, avanzadísimo aspecto gráfico lo convirtieron en objeto de deseo para millones de jugadores de todo el mundo.
Pero los monumentales avances tecnológicos que se han producido en los últimos 21 años han propiciado que un videojuego que a principios de la década de los ’90 sólo se podía ejecutar en un PC de gama alta pueda hoy jugarse incluso en una impresora. Sí, has leído bien: una impresora.
Así lo ha demostrado un experto en seguridad informática, que ha aprovechado un bug presente en la impresora Canon Pixma para modificar su firmware, instalar una versión jugable de Doom y mostrar el videojuego en la pequeña pantalla que posee este dispositivo. Este es el resultado que ha obtenido:
Aunque cueste de creer, otros desarrolladores han conseguido portar Doom a dispositivos incluso más llamativos que esta impresora. Sin ir más lejos, hace algo más de tres años un programador creó una versión jugable de este videojuego para la calculadora TI-Nspire de Texas Instruments.