Nvidia ha presentado esta semana sus nuevas tarjetas gráficas RTX 4090 y RTX 4080, que impulsadas por la nueva microarquitectura Ada Lovelace ofrecen un rendimiento considerablemente más alto que las RTX 3090 y RTX 3080 a las que vienen a sustituir. Además, incorporan mejoras sustanciales en el trazado de rayos y en el renderizado neural, que ahora es capaz de generar píxeles con la ayuda de la inteligencia artificial.
Pero la tecnología que probablemente más está dando que hablar de cuantas incorporan es DLSS 3, la tercera generación del Súper Muestreo de Aprendizaje Profundo, un método de escalado de imágenes que permite ejecutar videojuegos a resoluciones muy elevadas y con tasas de fotogramas por segundo muy estables que de otra manera no serían posibles.
Nvidia asegura que con la ayuda DLSS 3 se pueden obtener unas prestaciones hasta cuatro veces más altas de las que serían posibles con DLSS 2.2, la versión disponible en las tarjetas gráficas de la generación anterior.
De ahí que se haya recibido como un jarro de agua fría las declaraciones de Bryan Catanzaro, uno de los vicepresidentes de la compañía, en las que ha indicado que DLSS 3, en su actual configuración, sólo funciona en las nuevas RTX 4090 y RTX 4080.
Catanzaro ha explicado que, teóricamente, en el futuro sería posible adaptar DLSS 3 para que fuera compatible con tarjetas gráficas más antiguas como las RTX 30xx o las RTX 20xx, pero que el rendimiento que se obtendría en las mismas no superaría en demasía al que se consigue actualmente con DLSS 2.2.
Ello es debido a que DLSS 3 saca partido de los núcleos Tensor de cuarta generación y el acelerador de flujo óptico que incluyen las RTX 4090 y RTX 4080 para crear fotogramas de alta calidad y escalar así las imágenes a resoluciones muy altas. Como este hardware no está presente en las GPUs de la serie 30 y serie 20, la eficacia de DLSS 3 sería mucho más baja que en las nuevas tarjetas gráficas.