Desde que el Steam Deck se lanzó en febrero del año pasado, Valve se ha cuidado mucho de no revelar las ventas que ha ido acumulando con el paso del tiempo. Sus características técnicas y ajustado precio han llevado a que muchos medios digitales hayan dedicado una gran variedad de piezas informativas a darlo a conocer entre sus visitantes y eso ha llevado a que muchos den por hecho que está teniendo una trayectoria comercial exitosa.
Pero, ¿hasta qué punto es popular el Steam Deck? ¿Es realmente conocido entre el gran público o estamos, por contra, ante un dispositivo que únicamente resulta atractivo para los entusiastas de las nuevas tecnologías? Aunque pueda sorprender a muchos, todo hace indicar que se trata la última opción.
De acuerdo a un informe que ha publicado esta semana la empresa de estudios de mercado Omnia, el Steam Deck vendió sólo 1,62 millones de unidades el año pasado, una cifra que se sitúa muy por debajo de las que registraron la Nintendo Switch, la PlayStation 5, la Xbox Series X/S o incluso el Meta Quest 2.
De cara a 2023, las previsiones apuntan a que las ventas aumentarán ligeramente y alcanzarán 1,85 millones de unidades. De confirmarse ambos resultados, nos encontraríamos con que tras (casi) dos años, el Steam Deck habría vendido únicamente 3,47 millones de unidades. Para hacerse una idea más aproximada de lo que ello representa, basta con señalar que hay meses en los que la Nintendo Switch ha superado esos números.
La falta de videojuegos exclusivos, su considerable tamaño, cuestionable diseño y el hecho de que los usuarios de Steam estén acostumbrados a jugar de manera regular en sus PCs son algunos de los factores que probablemente hayan contribuido a sus decepcionantes ventas. Seguro que habrá otros tan o más importantes, pero lo único incuestionable es que, a día de hoy, el Steam Deck es un producto de nicho que va dirigido a un público muy concreto pero que no supone una competencia seria para los fabricantes tradicionales de consolas.