Un lisianásido. Es el crustáceo malacostráceo del orden de los anfípodos que ha descubierto una expedición de la NASA campando a sus anchas a 190 metros de profundidad bajo el hielo de la Antártida, sin luz y en unas condiciones extremas que aparentemente imposibilitan la existencia de vida.
El organismo, de unos 8 centímetros de longitud y similar a una gamba, ha sido localizado por sorpresa cerca de la Base McMurdo mientras se llevaban a cabo unas pruebas para comprobar la fiabilidad de un nuevo dispositivo que quieren utilizar en el futuro para perforar el Glaciar de Pine Island, también en la Antártida.
El siguiente vídeo, en el que se puede ver al crustáceo, fue grabado por una cámara que miraba hacia la superficie desde el fondo de un agujero que se acababa de excavar: