Ericsson y T-Com han completado con éxito un test con una nueva generación de fibra óptica con la que han sido capaces de lograr una velocidad de transmisión de 43 Gbps en un tramo de 1000 Km. La prueba se ha llevado a cabo entre las ciudades alemanas de Nuremberg y Oschatz aprovechando la infraestructura de la filial de Deutsche Telekom.
Esta tecnología presenta la ventaja de permitir anchos de banda muy elevados entre 2 puntos situados a una gran distancia. De hecho, sus creadores apuntan que podrían llegar a transmitir datos a 6,4 Tbps por cada par de fibra.
Como suele ser habitual en estos casos, ni Ericsson ni T-Com han facilitado información sobre cuándo podrían estar disponibles estas conexiones ni a qué precios.