En la actualidad nos encontramos en la época de mayor consumo de videojuegos de la historia. Esto se debe a que han confluido en el tiempo tres plataformas mayoritarias de consumo de videojuegos: PC, consolas y dispositivos móviles.
En los últimos años la venta de software ha superado con creces a la de hardware y ha comenzado a surgir el debate sobre si la novena generación de consolas que está por llegar será la última de todas ellas.
El auge de los juegos online y de las plataformas móviles está atrayendo a nuevos consumidores, que optan por la distribución digital como método favorito para acceder a sus títulos favoritos. Compañías como Sony, Microsoft o Nintendo se ven amenazadas por Apple, Google y Valve, dueños a día de hoy de los marketplaces con mayor volumen de ventas en videojuegos.
AppStore y Google Play han acercado miles de títulos a nuevos consumidores de videojuegos y los smartphones y tablets se han convertido en las nuevas consolas portátiles, generando además nuevos modelos de negocio como el free2play y creando títulos con millones de usuarios en todo el mundo: Clash Royale, Candy Crush, Plants vs Zombies, Piano Tales o Angry Birds, entre otros.
Mientras tanto, Steam se ha convertido en la plataforma preferida de venta de videojuegos para PC, tanto de grandes superproducciones como de juegos indie. Títulos como CSGO han catapultado a la compañía y masificado el juego online. Todas estas circunstancias están relevando poco a poco a las consolas del mercado, y los jugadores están apostando por nuevas plataformas y estilos de juego.
La App Store de Apple ha obtenido unos ingresos de más de 40.000 millones de euros en el transcurso del último año, mientras que su rival Google Play ha superado los 21.000 millones de euros durante el mismo periodo. Ambas tiendas online han experimentado crecimientos superiores al 20% interanual, un dato que pone de manifiesto la buena salud de un sector que los analistas confían que seguirá expandiéndose a un ritmo récord en los próximos años.
Buena parte de estos ingresos proceden de los videojuegos que millones de personas descargan a diario. Éxitos rutilantes como Fortnite, League of Legends, Clash Royale, Candy Crush, Pokemon Go o PUGB Mobile ejemplifican como pocos el desarrollo de un sector que se ha visto enormemente beneficiado por la omnipresencia de smartphones y tablets en nuestras vidas. De ahí que esté floreciendo el número de titulaciones superiores que ofrecen a los estudiantes la posibilidad de enfocar su futuro profesional al desarrollo de videojuegos.
Cabe indicar al respecto que las mejoras en las especificaciones técnicas de los teléfonos móviles actuales y el incremento de los planes de datos que ofrecen las empresas de telecomunicaciones están favoreciendo la aparición de una gran variedad de videojuegos que centran su modelo de negocio en la creación de experiencias de juego online en las que la monetización procede de los pases de temporada y objetos cosméticos que se pueden adquirir in-game.
Por tanto, una formación académica sólida es esencial para competir en un sector en el que la competencia está en máximos históricos y que no para de atraer talento. Así pues, cursos de posgrado como el que ofrece la Universidad Isabel I en Desarrollo de Negocio en Videojuegos y que he enlazado unas líneas más arriba se antojan de una importancia capital para quienes se dedican o tienen pensado dedicarse a este mundillo.
Porque cuando llega el momento de lanzar un videojuego, además del diseño del mismo, resulta fundamental disponer de un plan de negocio viable que tenga en cuenta factores como los indicadores del mercado, el perfil de la audiencia a la que va destinado o la especificidad de la plataforma en la que se va a comercializar. Unos puntos en los que este y otros grados que cuentan con plena validez en el Espacio Europeo de Educación Superior ponen el foco de atención para que los estudiantes cuenten con más posibilidades de éxito en sus futuros proyectos profesionales.