Estaba cantado. El uso y abuso de las medidas antipiratería incluidas en Spore, uno de los videojuegos para PC más esperados de los últimos años, ha provocado que esta semana se haya presentado la primera demanda contra Electronic Arts por parte de una compradora que se siente engañada tras comprobar que en el DVD, además de la última creación de Will Wright, viene un programa anticopia llamado SecuROM que se autoinstala por defecto sin el consentimiento de nadie y que se encarga de controlar lo que hacemos con el videojuego.
La demanda, que os podéis descargar en formato PDF, alega que aunque EA advierte a los compradores de que Spore incluye DRM, no dice nada acerca de que contiene un programa independiente, que se descarga, instala y comienza a funcionar una vez se valida el producto online. Aún más, el texto explica que aún desinstalando el videojuego, este software continúa trabajando y no hay manera de eliminarlo a no ser que se formatee el disco duro. Vamos, que estamos ante un regalito envenenado made in Electronic Arts.
Más allá de cómo acabe el caso, lo más reseñable del mismo es que pone de manifiesto el cabreo monumental que existe entre los compradores de videojuegos para PC por el maltrato que sufren por parte de las productoras, que en lugar de mimarlos, se exceden continuamente en el uso del DRM para vigilar lo que hacen y para limitar el número de veces que pueden instalar los videojuegos, lo que en la práctica acaba comportando que sea más cómodo y tenga más ventajas utilizar software pirata que original. Parece mentira que todavía no se hayan dado cuenta, pero con actitudes como éstas lo único que consiguen es fomentar el uso de redes P2P como medio para acceder a sus creaciones.