Harrison Schmitt, un ex-astronauta de la NASA que en 1971, a bordo de la misión Apolo 17, se convirtió en el undécimo y penúltimo hombre en pisar la superficie de la Luna, ha pronunciado un discurso en el marco de la Williston Basin Petroleum Conference que se ha celebrado esta semana en la ciudad de Regina (Canadá) en el que ha indicado que en su opinión el ser humano debe colonizar nuestro satélite cuanto antes para explotar sus recursos naturales.
Schmitt, geólogo de profesión, ex-senador del estado de Nuevo México entre 1977 y 1983 y autor material de la famosa fotografía panorámica de la Tierra denominada La Canica Azul, cree que la solución a las necesidades energéticas de la humanidad radica en el helio-3 o 3He, un isótopo ligero del helio, estable y no radioactivo que es muy escaso en la Tierra pero que se encuentra en grandes cantidades en la Luna.
La Canica Azul
Este isótopo procede del interior de las estrellas y es transportado por el Universo mediante el viento solar. Se cree que en la superficie de la Luna hay unas reservas de 1 millón de toneladas que se han ido acumulando a lo largo de millones de años incrustadas en la capa superior de regolito, a diferencia de lo que ha sucedido en la Tierra, donde la atmósfera y el campo magnético se han encargado de repelerlo.
La importancia del helio-3 se debe a que se lo considera ideal para los futuros reactores de fusión nuclear, que en unas décadas se espera que puedan producir energía limpia y casi infinita.
El antiguo astronauta estadounidense considera que se podrían extraer hasta 100 kg de este elemento procesando un área aproximada de 2 km2 de la superficie lunar hasta una profundidad de 3 metros. Con esa cantidad de material cree que bastaría para alimentar a un reactor de fusión de 1.000 megavatios durante un año.
Según Schmidtt, se deberían invertir 5.000 millones de dólares para construir un reactor de prueba que trabajase con helio-3. Aunque no da el plazo que llevaría diseñarlo y hacerlo funcionar, afirma que mientras tanto el hombre debería volver a la Luna e ir extrayendo el tan ansiado 3He.
Más allá de si su plan es viable o no, lo cierto es que es muy improbable que se lleve a cabo a medio plazo, dado que, sin ir más lejos, el año pasado la administración Obama canceló los planes para regresar a nuestro satélite debido a los enormes costes que conllevaba y a la delicada situación económica y a la gigantesca deuda pública que arrastra Estados Unidos.