Los monitores curvos no son ninguna novedad. Hace años que existen y millones de personas los utilizan diariamente para trabajar o para jugar debido a que permiten un grado de inmersión mayor que las pantallas convencionales. Lo que, en cambio, es poco habitual es lo que ha creado Corsair: un monitor que se puede doblar con las manos hasta convertirlo en curvo y viceversa.
El Xeneon Flex 45WQHD240 OLED, que es como se llama este dispositivo, utiliza un panel OLED de LG de 45 pulgadas con un formato 21:9 que ofrece una resolución de 3440 x 1440 píxeles, es capaz de mostrar contenidos a frecuencias de hasta 240 Hz y tiene un brillo máximo de 1000 nits.
Además, es compatible con las tecnologías G-Sync de Nvidia y FreeSync de AMD que permiten tasas de refresco variables. Por lo que respecta a la conectividad, incluye puertos HDMI, DisplayPort, USB-C, USB-A y una entrada de audio analógico.
La curvatura del Xeneon Flex se puede ajustar manualmente de manera independiente en cada uno de los lados hasta un máximo de 800R, por lo que es posible doblar un costado y dejar el otro estirado.
Las pantallas plegables son habituales desde hace unos años en los teléfonos móviles, donde se utilizan con éxito en modelos como el Samsung Galaxy Z Flip 4, el Samsung Galaxy Z Fold 4 o el Motorola Razr 2022, por citar sólo algunos ejemplos. En cambio, todavía no habían hecho acto de aparición en dispositivos de un tamaño mucho mayor como los monitores.
Corsair no ha especificado todavía la fecha en que pondrá a la venta el Xeneon Flex 45WQHD240 OLED, aunque ha indicado que probablemente será a principios de 2023. Del precio tampoco se sabe nada, si bien a nadie escapa que no será un gadget barato.