Las gélidas temperaturas que se registran en esta época del año en Moscú y la abundancia de partículas de hielo en suspensión que forman nubes cirro y refractan la luz del Sol, ha dado pie a que esta semana los ciudadanos de la capital rusa hayan podido contemplar este espléndido parhelio.
Los parhelios son fenómenos ópticos que se dan en regiones frías, sobre todo por las mañanas y las tardes, cuando el Sol está bajo en la línea del horizonte. Es entonces cuando, si se dan las circunstancias propicias, los cristales de hielo presentes en el ambiente desvían su luz y forman 2 puntos luminosos a ambos lados de la estrella.
Estos parhelios aparecen a 22º del Sol debido al ángulo con el que son refractados y su espectacularidad ha provocado que hayan sido documentados por el ser humano desde la Antigüedad, habiendo escritos de figuras como Aristóteles, Ptolomeo, Séneca o Cicerón que hacen mención a los mismos.