El astronauta y antiguo piloto de la Fuerza Aérea Canadiense Chris Hadfield se encuentra a bordo de la Estación Espacial Internacional como miembro de la Expedición 34 desde el 21 de diciembre y semana tras semana nos sorprende con fotografías y vídeos en los que expone algunas interioridades y hechos poco conocidos del día a día en la mayor obra de ingeniería que ha creado el ser humano.
Aunque lleva menos de un mes en el espacio, se las ha arreglado para grabar el sonido que generan los aparatos con los que se realizan los experimentos en este entorno único y nos ha mostrado, entre otras muchas fotografías, el aspecto que tiene el Monte Vesubio desde 350 kilómetros de altura.
Ahora ha vuelto a la carga con un vídeo muy curioso en el que explica el reto que supone para los astronautas que realizan largas estancias en la Estación Espacial Internacional algo en apariencia tan sencillo como cortarse las uñas. La ingravidez, tan fascinante en otras circunstancias, impide que puedan cortarlas donde les parezca, ya que los trozos acabarían flotando en el aire y podrían impactar contra un ojo o incluso ser aspirados al respirar, así que se ven obligados a buscar métodos alternativos.
La manera en que han resuelto el entuerto es, tal y como nos muestra Hadfield, situarse frente a un conducto de ventilación para que los restos de las uñas sean atraídos y queden atrapados en su filtro. No te acostarás sin saber una cosa más.