Científicos de la Universidad de Groningen han transformado una gran pantalla de cine con una curvatura de 135º que tenían en sus instalaciones y que utilizaban para proyectar películas en 3D en una gigantesca pantalla multitáctil que puede detectar más de 100 pulsaciones simultáneas.
Un conjunto de 6 cámaras OptiTrack v120 y 16 sensores infrarrojos situados detrás de la pantalla monitorizan cuanto sucede a su alrededor y envían la información que captan a unos ordenadores que se encargan de procesarla y de responder convenientemente a los gestos que realizan las personas que presionan la superficie multitáctil.
En este vídeo se puede apreciar el funcionamiento de la pantalla y su enorme tamaño: