El 26 de abril de 1986 se produjo uno de los mayores desastres medioambientales de la historia moderna. Ese día, un sobrecalentamiento del núcleo del reactor 4 de la central nuclear de Chernóbil provocó la explosión del hidrógeno que había en su interior y la liberación a la atmósfera de materiales radioactivos en cantidades que superaron en 500 veces a los de la bomba atómica de Hiroshima.
En los días siguientes al accidente se aisló un área de 30 kilómetros alrededor de la central, conocida como la Zona de alienación, en la que desde entonces no ha vivido ningún ser humano por los riesgos para la salud que suponen las altas dosis de radiación que todavía se registran.
Ciudades enteras que durante décadas habían bullido de actividad pasaron a ser, de la noche a la mañana, poblaciones fantasma en completo estado de abandono. Fue el caso, por ejemplo, de Prípiat, situada en las inmediaciones de la central y en la que vivían gran parte de los trabajadores de la misma.
Veintiocho años después del accidente, el realizador Danny Cooke ha viajado a la región y, con la ayuda de un dron DJI Phantom 2 equipado con una Canon 7D y una GoPro3+, ha grabado este vídeo en el que se refleja el estado de abandono en el que se encuentra precisamente esta ciudad.
En las imágenes se aprecia cómo la vegetación ha ocupado el lugar que dejaron libre los seres humanos y ha creado un paisaje postapocalíptico más propio de películas de ciencia ficción o videojuegos que de un escenario real: