Apple ha dado a conocer su balance de resultados del primer trimestre del año, en el que ha obtenido unos ingresos de 94.800 millones de dólares, un 3% menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior, y unos beneficios netos de 24.160 millones de dólares, lo que implica un descenso del 3,3% interanual.
El gigante estadounidense ha confirmado que, a diferencia de lo que ha sucedido con la práctica totalidad de los modelos de teléfonos móviles actuales, las ventas del iPhone se han incrementado un 1,5% respecto a los tres primeros meses del año pasado y han alcanzado los 51.030 millones de dólares.
En el otro lado de la balanza se encuentran los Macs, cuyas ventas han seguido una trayectoria similar a la del resto de fabricantes de ordenadores y han caído un estrepitoso 31,3%. Tampoco le han ido bien las cosas a los iPads, que se han despeñado un 16,8%.
La división de wearables, que engloba productos como los AirPods o el Apple Watch, se ha mantenido a unos niveles muy similares en relación a los del primer trimestre de 2022 y ha perdido un ligero 0,6%, mientras que los ingresos procedentes de la App Store han disminuido un 2,6%.
Tim Cook, CEO de Apple, ha culpado a la situación macroeconómica global por la caída en los ingresos y beneficios que ha experimentado la compañía. Una tendencia que se ha visto amplificada, ha señalado, por el éxito de ventas que tuvieron a principios del año pasado los, por entonces, nuevos MacBook Pro con procesadores M1.
En opinión de Cook, la falta de un producto de similares características durante los primeros meses de 2023 ha llevado a que las ventas de los Mac hayan bajado con fuerza, aunque confía que cuando presenten los nuevos modelos que están desarrollando actualmente volverán a la senda del crecimiento.
FOTOGRAFÍA: BANGYU WANG