La Comisión Europea está preparando una propuesta de directiva para eliminar el canon que actualmente pagamos cuando compramos CDs, DVDs, impresoras o escáners. La decisión viene motivada por la presión que están ejerciendo grandes empresas del sector de la electrónica de consumo, que día a día ven cómo tienen que comercializar sus productos con un sobreprecio que repercute en las ventas y, por tanto, en sus cuentas de resultados.
Ni que decir tiene que las entidades gestoras de los derechos de autor están de uñas contra la CE, ya que de cumplirse las amenazas del organismo europeo se quedarían sin una de sus mayores fuentes de financiación, que hasta ahora parecía garantizada tras la reforma de la LPI que había aprobado el arco parlamentario español.
En caso de que tire adelante la propuesta de la Comisión Europea, la SGAE y compañía demandarán algún tipo de compensación que bien podría pasar por eliminar el derecho de copia privada, que ya no existe en otros países europeos como Reino Unido, Irlanda y Chipre y que tendría como consecuencia una criminalización -todavía mayor- de los usuarios que utilizan las redes P2P para descargar materiales sujetos a derechos de autor.