Cuando hace un par de semanas la Warner anunció que a partir del mes de mayo únicamente sacaría sus películas en alta definición para el formato Blu-Ray, asestó un golpe mortal y me atrevería a decir que casi definitivo al HD-DVD.
Como comenté entonces, la piedra angular sobre la que se sustentan las ventas de ambos formatos son los films de estreno, de ahí que tanto los impulsores del HD-DVD como los del Blu-Ray hayan centrado sus esfuerzos en hacerse con el favor de los estudios de Hollywood.
El formato Blu-Ray cuenta con el apoyo de Warner Bros, Twentieth Century Fox, Sony, Paramount, MGM, Lions Gate y Disney, mientras que el HD-DVD sólo tiene en sus filas a Universal y Paramount, y ambas amenazan con desertar si las ventas de estos discos no se recuperan en breve.
Y eso va a ser muy difícil, por no decir imposible, tras la marcha de la Warner. Los datos así lo corroboran. Desde que esta productora anunció que iba a dejar de publicar sus películas en HD-DVD, las ventas de estos discos se han hundido en Estados Unidos. Exageradamente, además.
De acuerdo a la información que ha facilitado el NPD Group, a partir de la segunda semana de enero Blu-Ray ha copado el 93% de las ventas en el campo de la alta definición, dejando al HD-DVD con un exiguo 7% restante a pesar de la bajada de precios de sus reproductores, que ahora son mucho más baratos que los de la competencia. Aún es pronto como para dar por muerto definitivamente al HD-DVD, pero las perspectivas no son nada halagüeñas.