Aunque Sony es una multinacional que produce una gran variedad de productos, no cabe duda que la joya de la corona es indudablemente su división de videojuegos, con la PlayStation 2 al frente. Más de 100 millones de unidades vendidas tienen la culpa.
Teniendo en cuenta los precedentes, la PS3 tiene el listón muy alto, y de acuerdo a los datos de ventas que se están haciendo públicos semana a semana, todo hace indicar que lo va a tener francamente difícil -por no decir imposible- para reeditar el éxito de su hermana menor.
A nadie escapa que las bajas ventas se deben, principalmente, a su disparatado precio, muy por encima de las posibilidades económicas de millones de personas a las que les gustaría hacerse con la consola pero que no pueden hacer frente a un desembolso de similares características.
Así las cosas, ya hay analistas del sector que se atreven a pronosticar que Sony no tendrá más remedio que bajar el precio de la PS3 más de 150 euros de cara a la decisiva campaña navideña de este mismo año. Una medida que, en caso de llevarse a cabo, supondría un golpe de efecto en toda regla pero que parece difícil que se vaya a producir teniendo en cuenta que la compañía japonesa ya está vendiendo la consola por debajo del precio de producción.
En cualquier caso, e independientemente de si al final se acaba produciendo una rebaja o no, lo que está claro es que los próximos meses van a ser fundamentales para definir qué consola de nueva generación se acabará imponiendo. Tal y como están las cosas, todo hace indicar que será la Wii, un bombazo con el que Nintendo ha roto la banca y que está registrando unas ventas espectaculares, casi al nivel de la DS.