Podría pasar por la pulsera de un cani, pero el objeto que aparece en la fotografía superior es un reloj. Uno singular, bien es cierto, ya que por no tener no tiene esfera, ni manecillas, ni nada que se le parezca. Eso sí, da la hora, aunque a su manera.
El Faceless Watch, que es como se llama este artilugio, dispone de una serie de leds que se iluminan cuando el usuario pulsa un botón y muestran la hora. Si se vuelve a presionar el mismo botón, aparecen representados el día y el mes.
El reloj ha sido diseñado por Hammacher Schlemmer, que lo vende en su página web por el «módico» precio de 129,95 dólares. ¿Alguien se anima?