¿Qué espectáculo colosal contemplarían nuestros ojos cada vez que levantásemos la mirada hacia el horizonte en caso de que la Luna, en lugar de orbitar la Tierra a una distancia media de 384.400 kilómetros como lo hace ahora, se encontrase en su punto más cercano a tan solo 350 kilómetros de nosotros al igual que la Estación Espacial Internacional? En el siguiente vídeo puedes hacerte una idea aproximada:
Obviamente, este supuesto no deja de ser pura ciencia ficción, ya que si la Luna se aproximase tantísimo a la Tierra estaría muy por debajo del Límite de Roche, que es la distancia mínima a la que un cuerpo celeste que orbita a otro más masivo puede situarse antes de empezar a desintegrarse debido a las fuerzas de marea que genera el objeto principal.
Llegados a ese punto, se produciría un episodio cataclísmico que acabaría con cualquier rastro de vida en la Tierra. Así pues, lo mejor será que nos quedemos con las vistas impresionantes que tendríamos en un escenario como el descrito y nos olvidemos de las consecuencias negativas que traería aparejadas