A lo largo de este mes, Nokia ha puesto a la venta por fases uno de sus móviles más esperados de los últimos tiempos, el N8. Empezando por Finlandia, China y Rusia, poco a poco lo ha ido comercializando en más países, siendo el día de ayer la fecha escogida para lanzarlo en el Reino Unido.
Como es habitual en este tipo de casos, durante las últimas semanas ha hecho llegar unidades de este smartphone a distintos medios especializados para que lo prueben antes que nadie y puedan redactar artículos con tiempo informando a sus lectores de qué les parece, cuáles creen que son sus puntos fuertes y las cosas que debe mejorar.
Hasta aquí todo normal. La sorpresa ha llegado esta semana cuando en Gizmodo, uno de los blogs más leídos de la Red, han publicado un artículo que personalmente me ha producido vergüenza ajena por su tono altivo en el que han hecho saber a sus lectores que no van a redactar reseña alguna sobre el Nokia N8 pues consideran que es un móvil, y cito textualmente, «irrelevante antes incluso de ser lanzado», que tiene una cámara «inutilizable» y que está impulsado por «un sistema operativo muerto».
Ni que decir tiene que como medio independiente que son, suya es la decisión de escribir sobre lo quieran y en la manera que mejor les parezca, pero convendremos que, cuando menos en este caso concreto, las formas no han sido las mejores.
Han molestado a mucha gente, sean lectores suyos o no, a clientes de Nokia y a quienes no lo son, y, por supuesto, a la propia multinacional nórdica, que a través de una portavoz, ha respondido a Gizmodo en los comentarios del artículo de marras indicando que lamentaban lo ocurrido, añadiendo a continuación que tras la polémica generada habían decidido regalar un N8. ¿Cómo? Lo indicarían más tarde a través de su Twitter.
Unas horas después, han cumplido con lo prometido y han publicado este mensaje en su cuenta de Twitter:
Traducción:
Un afortunado cliente conseguirá el #N8 de Gizmodo en la quedada de Engadget del jueves. ¡Asegúrate de asistir para tener la oportunidad de ganarlo!
Ya se sabe: donde las dan, las toman