La Televisión Digital Terrestre (TDT) entra hoy en una nueva etapa con la llegada de 11 canales de ámbito estatal que se unen a las emisiones de TVE, La 2, Antena 3, Tele 5 y las cadenas autonómicas que se venían produciendo desde hace unos meses.
Hoy se han hecho eco de esta noticia la mayor parte de los medios de comunicación españoles, dando por hecho que la TDT va a ser un éxito inmediato. Pero mucho me temo que van a ser necesarios años de duro trabajo y grandes inversiones publicitarias para que cuaje una tecnología que a día de hoy es una completa desconocida para la mayor parte de la población.
Por ejemplo, todavía son mayoría los que piensan que para poder ver todos estos canales únicamente deben sintonizarlos en su televisor de toda la vida. En el polo opuesto se sitúan aquellas personas que creen que deberán comprarse una antena parabólica para acceder a la nueva programación que anuncian todos los informativos. Son sólo dos ejemplos de situaciones que se dan con asiduidad y que evidencian la poca información que tiene la gente acerca de la Televisión Digital Terrestre.
Otro factor que dificultará enormemente la consolidación de la TDT tiene que ver con el desembolso que hay que realizar: un mínimo de 150 euros para comprar un decodificador y colocar un amplificador en la antena colectiva. Eso supone un precio demasiado alto, sobretodo si se tiene en cuenta que la parrilla de canales que emiten en toda España es todavía escasa y ninguno de ellos contiene una programación de calidad.