Como tantas otras empresas esta semana, Qualcomm ha presentado su balance económico del pasado trimestre, en el que ha obtenido unos ingresos de 9.920 millones de dólares y unos beneficios netos de 2.770 millones de dólares, cifras ambas que se sitúan por encima de las previsiones que se había marcado.
Minutos más tarde, y a pregunta de un grupo de inversores, su CEO ha expresado con satisfacción que Apple ha hecho uso de su opción unilateral para extender hasta marzo de 2027 el acuerdo que le permite utilizar los módems 5G de Qualcomm en sus chips.
A este respecto, conviene señalar que Apple viene incluyendo los módems de Qualcomm en sus productos desde 2019. Ambas partes ampliaron el convenio que las unía en septiembre del año pasado, de manera que se trata de la segunda ocasión en que éste es prolongado en el transcurso de los últimos meses.
El motivo no es otro que las enormes dificultades que Apple está teniendo para desarrollar su propio módem 5G. A pesar de haber invertido miles de millones en este proyecto, fuentes internas de la compañía de la manzana han reconocido, a condición de mantener su anonimato, que su tecnología se encuentra tres años por detrás de la de Qualcomm.
De ahí que no esté teniendo más remedio que continuar haciendo uso de los servicios de Qualcomm, lo que implica pagarle una cuota por cada dispositivo que incorpore uno de sus chips de comunicación. Algo que no tiene visos de que vaya a cambiar a corto plazo. No al menos hasta que Apple tenga lista su alternativa en este terreno, algo que, si no se produce un giro radical de guión, no sucederá en mucho tiempo.