Apple está desarrollando una nueva generación de pantallas microLED que planea empezar a utilizar en algunos de sus productos a finales de 2024. Con ello confía en reducir la dependencia que actualmente tiene en Samsung y LG, que desde hace años diseñan los paneles que incorporan sus dispositivos.
La compañía estadounidense tiene previsto que el Apple Watch sea el primero de sus gadgets que incluya una de estas pantallas, aprovechando el pequeño tamaño de los mismos. Más adelante, se iniciaría la transición del resto de sus productos, con el iPhone a la cabeza.
Se trata de un movimiento más de una larga lista que tiene como objetivo que los componentes vitales que integran su gama de productos sean diseñados en sus propias instalaciones y se adecúen tanto como sea posible a las necesidades y características específicas de cada uno de los equipos de los que formarán parte.
Apple exploró esta vía por vez primera hace más de una década con sus chips AX, que desde entonces se encargan de proporcionar los requisitos computacionales de iPhones, iPads, Macs, AirPods y Apple Watch.
Así mismo, está desarrollando un módulo que integra un módem de datos, Wi-Fi y Bluetooth y que confía en que esté listo antes de que 2024 llegue a su fin. De lograrlo, ya no necesitaría seguir utilizando soluciones de compañías rivales como Qualcomm o Broadcom, lo que podría implicar una reducción en los costes de estos componentes y, consecuentemente, le daría la opción de obtener un mayor margen de beneficios en cada equipo que vendiese.