Advanced Micro Devices (AMD) ha presentado una demanda contra Intel acusándola de aprovechar su ventajosa posición en el sector de los microprocesadores para presionar a los fabricantes de ordenadores con el objetivo de que no instalen los chips de la competencia. Según AMD, hasta 38 compañías habrían recibido amenazas por parte de Intel para que no utilizasen sus productos.
La denuncia recoge cómo 12 fabricantes, 9 distribuidores y 17 empresas minoristas se habrían visto obligadas a incorporar la tecnología de Intel a sus ordenadores tras haber sido intimidadas por dicha multinacional. Entre ellas se encontraría Media Markt, el mayor distribuidor de informática en Europa, y Office Depot, compañía que ha dejado de comercializar portátiles equipados con microprocesadores de AMD.
Héctor Ruiz, presidente de AMD, ha manifestado que «los consumidores se merecen tener libertad de elección y los beneficios de la innovación, y ambos están desapareciendo en el mercado de los microprocesadores», para añadir a continuación que «ya sea a través de precios más altos derivados de las ventajas del monopolio, menores opciones de mercado o barreras a la innovación, gente de Osaka a Frankfurt pasando por Chicago paga cada día en dinero el precio del dominio de Intel».
Por su parte, desde Intel han preferido no emitir ninguna nota pública al no tener constancia oficial de la denuncia, por lo que Mathias Raeck, portavoz de la empresa en Munich, se ha limitado a señalar que «no podemos comentar estos hechos».