Después de un intenso debate que se ha extendido durante horas, la Cámara de Representantes estadounidense ha decidido rechazar el concepto de neutralidad de la Red, vigente desde el mismo nacimiento de Internet y que establece que todos los sitios deben ser tratados de igual manera por las compañías de telecomunicaciones que suministran el acceso a la Red.
A instancia de grandes corporaciones como Verizon o AT&T, los congresistas norteamericanos han tirado por la calle de en medio y han dado vía libre a una legislación con la que estas compañías tendrán el camino libre para construir una Internet de 2 velocidades: la rápida, que sólo estará disponible para quienes puedan pagar las tasas que impongan, y la más lenta, que será para todos los demás.
El tema es de tal importancia que Eric Schmidt, CEO de Google, ha publicado una carta abierta en la que advierte de los peligros que la decisión de los políticos estadounidenses puede llegar a tener para el desarrollo futuro de la Red.
De idéntica manera se han manifestado Yahoo! y Amazon. eBay ha ido más allá y ha enviado más de un millón de correos electrónicos firmados por Meg Whitman, consejera delegada del sitio de subastas, en los que informaba a sus usuarios de la gravedad del asunto.
Pero pese al lobby que han formado todas estas compañías en Washington, los intereses de las telecos se han impuesto a los suyos y han dado lugar a un nuevo marco regulatorio que puede poner patas arriba a Internet en los próximos años.