Activision Blizzard ha presentado esta semana su balance económico del pasado trimestre, en el que se recoge que sus ingresos, beneficios y número de jugadores han bajado de manera muy significativa.
Pero entre la maraña de cifras, porcentajes y predicciones futuras, un detalle nada menor ha pasado casi desapercibido: por primera vez desde su creación, la compañía ha ganado más dinero con los videojuegos para teléfonos móviles que con los destinados a consolas y PC.
Concretamente, durante el periodo comprendido entre el 1 de abril y el 30 de junio, Activision Blizzard ha ingresado 708 millones de dólares con los videojuegos para consolas y ordenadores, mientras que los títulos para terminales móviles le han reportado 831 millones de dólares.
Así pues, los videojuegos específicos para smartphones han supuesto el 54% de los ingresos de la multinacional estadounidense, que cuenta con franquicias tan exitosas como Candy Crush Saga, Call of Duty: Mobile y Diablo Immortal.
Si echamos la vista atrás vemos cómo durante el mismo periodo del año pasado, la división de juegos para PC generó unos ingresos de 795 millones, mientras que las consolas aportaron 740 millones y las plataformas móviles 628 millones. Doce meses después, la entrada de capital se ha hundido en los dos primeros casos y sólo los juegos para smartphones y tablets han seguido una tendencia positiva.
Activision Blizzard tiene previsto lanzar durante la segunda mitad de 2022 y principios de 2023 títulos tan conocidos como Call of Duty Modern Warfare 2, Call of Duty: Warzone 2.0, World of Warcraft: Wrath of the Lich King Classic, World of Warcraft: Dragonflight o Overwatch 2, de manera que, si no se produce una catástrofe, los videojuegos tradicionales para consolas y PC pronto volverán a suponer la mayor parte del flujo de dinero que entre en la compañía.