Los comisarios de Protección de Datos de la Unión Europea han dado el visto bueno a un dictamen que establece que los proveedores de telefonía e Internet que operan en el continente deberían retener los datos de conexión de sus clientes 12 y 6 meses respectivamente.
Se trata de una medida encaminada a facilitar la labor policial en los delitos de terrorismo, y llega después que el pasado mes de julio, y tras los atentados que se produjeron en Londres, los ministros de Justicia e Interior comunitarios acordaran poner en marcha un plan para guardar información concerniente a las comunicaciones que se llevan a cabo en Europa.
Los parlamentarios que han aprobado este texto han advertido que se debe poner especial énfasis en preservar el derecho fundamental a la confidencialidad en las comunicaciones personales, por lo que advierten que únicamente se deberían guardar los datos que hagan referencia a los usuarios que establecen una comunicación, el lugar desde donde se realiza y el medio utilizado, pero nunca el contenido de la misma.
Asimismo, han recomendado que esta iniciativa tenga una vigencia de sólo 3 años, momento a partir del cual un grupo de expertos deberá volver a valorar si sigue siendo necesaria.
Por contra, no han explicado si ayudarán a las empresas de telecomunicaciones a afrontar el enorme gasto que supondrá esta medida. Tampoco han dado detalles sobre qué utilidad tendrán las montañas y montañas de información que acumularán si se tiene en cuenta que en la actualidad no existen máquinas con una capacidad de cálculo suficiente para procesarla.