Esta semana se cumple el vigésimo aniversario del lanzamiento de un programa revolucionario que contribuyó de manera decisiva a la popularización de Internet: me refiero al navegador Netscape Navigator. Hoy convertido en apenas un recuerdo que sólo los más viejos del lugar conservan en su memoria, sus avanzadas características técnicas y facilidad de uso marcaron a mediados de los ’90 el camino que siguieron más adelante competidores como Internet Explorer, Opera o Mozilla.
Creado por la empresa Mosaic Communications Corporation, la beta de Netscape fue distribuida de manera gratuita por primera vez el 13 de octubre de 1994. El navegador contaba con versiones para Windows, Macintosh y X Window System y disponía de las líneas de diseño que en los años siguientes se convirtieron en imagen de la casa.
En una época en que las conexiones de banda ancha eran inexistentes, los ingenieros optimizaron el programa para que sacase partido a los arcaicos módems de 14,4 kbs. A modo de anécdota, conviene señalar que una de las funcionalidades de Netscape que más se destacó en la nota de prensa que se distribuyó a los medios de comunicación con motivo de su lanzamiento fue su soporte nativo para el formato de imagen JPEG.
El carácter rompedor y sus prestaciones convirtieron durante un tiempo a Netscape en el navegador más utilizado del mundo, con una cuota de mercado que en 1996 llegó a ser de casi el 80%. Pero la aparición de las primeras versiones de Internet Explorer, que Microsoft comenzó a distribuir por defecto con el sistema operativo Windows, hizo que su popularidad bajase en picado a partir de 1997 y que con la llegada del nuevo milenio, ante la imposibilidad de competir con rivales mucho más poderosos, Netscape acabase desapareciendo.