MSN Messenger (o Windows Live Messenger como se le conoce ahora) ha sido uno de los programas de mensajería instantánea más populares que han existido jamás y, durante sus años de gloria, uno de los más utilizados del universo PC. Lanzado a mediados de 1999, en determinados momentos llegó a tener más de 330 millones de usuarios activos mensuales.
Pero como a tantos otros servicios de esa época, la revolución móvil se lo ha llevado por delante. La poca visión de Microsoft para crear una versión adaptada a los smartphones ha permitido que apps innovadoras surgidas recientemente como WhatsApp, Twitter, Instagram, Line o Facebook Messenger le hayan ganado la partida y se hayan convertido en los medios que utiliza la gente hoy en día para mantenerse en contacto con sus allegados.
De ello es consciente Microsoft, que ya en el 2012 comenzó a migrar las cuentas de los usuarios de este servicio a Skype y que ahora ha anunciado que el 31 de octubre cerrará definitivamente los servidores de MSN Messenger tras más de 15 años de funcionamiento ininterrumpido. Su adiós supone una nueva demostración del cambio de era acelerado que estamos viviendo, en la que la apuesta por los smartphones y tablets está dejando en un segundo plano a los ordenadores tradicionales, que durante 25 años dominaron a placer el sector de la informática de consumo.