La práctica totalidad de los informes que las empresas de análisis de mercados están publicando en los últimos meses señalan que el iPhone 6 va a arrasar y se va a convertir en el smartphone más vendido de la historia. Las encuestas realizadas apuntan como detonante de esta enorme expectación a la decisión de Apple de lanzar dos versiones de 4,7 y 5,5 pulgadas de este modelo, con las que va a atraer a millones de nuevos fieles que hasta ahora utilizaban smartphones con Android debido a sus mayores pantallas.
Las buenas noticias para Apple no acaban aquí, ya que se da por descontado que en el transcurso de los próximos meses presentará también su largamente esperado smartwatch (¿iWatch?), que llegará a un mercado cada vez más competitivo en el que, además de los ya conocidos Pebble, Samsung Gear 2 y LG G Watch, habrá que sumar el prometedor Moto 360 que Motorola desvelará oficialmente a principios de septiembre.
Si a ello sumamos que antes de que acabe el año renovará su gama de tablets y pondrá al día el iPad Air y iPad Mini, a nadie debe extrañar que los inversores se muestren extremadamente optimistas con el futuro a corto y medio plazo de Apple y estén adquiriendo acciones de la compañía.
Esta envidiable situación ha provocado que los títulos de la firma californiana se estén disparando en bolsa, hasta el punto de que ayer se intercambiaron en el parqué bursátil a un nuevo máximo histórico de 100,53 dólares, superando los 100,30 dólares (ajustados tras la división por siete del precio de sus acciones que Apple acometió en junio) que alcanzaron en septiembre del 2012.
Entre una cosa y otra, en lo que llevamos de 2014, las acciones de Apple han subido un 25% y han llevado su capitalización bursátil hasta los 601.960 millones de dólares. Para que nos hagamos una idea más precisa de la magnitud colosal de esta cifra, sólo es necesario señalar que la petrolera Exxon Mobil, la segunda empresa más valorada en bolsa del mundo, tiene una capitalización de 424.290 millones de dólares, que Google vale 396.950 millones de dólares y que Microsoft se queda en 373.510 millones de dólares.