Un partido de fútbol amistoso que enfrentaba al Galatasaray contra el VfR Aalen se tuvo que suspender en el minuto 7 de la segunda parte cuando dos cachorros de menos de un año de Labrador entraron en el campo y se pusieron a jugar de manera despreocupada y a buscar las caricias de los sorprendidos jugadores. Tras el asombro inicial, el personal del estadio se llevó a los perros y el encuentro pudo continuar sin más sobresaltos: