Los primeros rayos del Sol que iluminaban las laderas del Parque Natural de Somiedo (Asturias) fueron testigos el pasado 4 de junio por la mañana de la disputa entre un oso pardo y tres lobos por los restos de un ciervo al que presumiblemente habían dado caza estos últimos minutos antes.
Las imágenes fueron capturadas por el fotógrafo francés Eric Poussin y han sido hechas públicas por la Fundación Oso Pardo, que destaca su gran importancia al ser el primer documento gráfico grabado en la Cordillera Cantábrica que atestigua la competencia que existe entre estos dos grandes y escasos carnívoros.
A pesar de la insistencia de los hambrientos lobos por recuperar su presa, el vídeo muestra cómo el oso se alimenta sin mayores problemas y, cuando da por terminado su festín, lo cubre con tierra para intentar ponerlo fuera del alcance de los otros depredadores. Un empeño que sirve de muy poco puesto que, una vez se marcha, los lobos lo desentierran y empiezan a comer.
Cuando estos también se dan por satisfechos, les llega el turno a unos cuervos, a los que más tarde se unen una veintena de buitres leonados, un ejemplar de buitre negro e incluso un alimoche. Entre unos y otros, en escasos minutos acaban con los restos del ciervo, en un reflejo de la importancia que para los ecosistemas naturales tienen las aves carroñeras.