Desde el lanzamiento del iPad de primera generación en abril del 2010, las ventas de tablets habían venido aumentado año tras año de manera vertiginosa al ritmo que revolucionaban el sector de la electrónica de consumo y contribuían a acrecentar la crisis en el mercado de los ordenadores convencionales. Hasta ahora.
Hace unas semanas, los informes procedentes de las cadenas de distribución de componentes utilizados en el ensamblaje de estos dispositivos atestiguaron que los pedidos para los mismos habían disminuido en el transcurso del último trimestre respecto a los que se habían efectuado durante el mismo periodo del año anterior.
Era una señal inequívoca de que la época de crecimiento desaforado estaba a punto de llegar a su fin. Una predicción que se ha visto confirmada ahora después de que se haya dado a conocer que en este principio de 2014 se han distribuido 56,3 millones de tablets, un 4,6% menos que los 59 millones que se despacharon en las mismas fechas del 2013.
Las causas de este bajón hay que buscarlas, por una parte, en la popularización de smartphones con pantallas cada vez más grandes, lo que está influyendo negativamente -y lo va a seguir haciendo cada vez más- en las ventas de los tablets de pequeño tamaño, pero también en la falta de innovación en los modelos que han aparecido en los últimos meses, lo que está llevando a muchos consumidores a retrasar su decisión de compra y optar por quedarse con los tablets que poseen en la actualidad.
Este parón ha afectado a buena parte de las empresas del sector, empezando por Apple, que ha pasado de vender 19,5 millones de iPad en el primer trimestre del ejercicio anterior a 16,3 millones en éste, un 16,1% menos. Peor aún le han ido las cosas a Google, puesto que su gama Nexus ha experimentado un descenso del 44,6%. Una situación similar ha vivido Amazon después de que sus Kindle Fire se hayan hundido un 52,8%.
En el otro lado de la balanza encontramos a Samsung, que se ha salvado de la quema y ha conseguido aumentar sus ventas un modesto 2%. Las únicas compañías que han sorteado con éxito este inesperado bache comercial han sido Lenovo, que ha crecido un espectacular 1433%, y Asus, que ha subido un 24,9%.