Con el aumento constante de la oferta de contenidos en HD que nos ofrecen los canales de TDT, las plataformas de televisión de pago, los discos Blu-ray o las descargas digitales, cada vez resulta más útil el tener en casa un dispositivo que nos permita disfrutar de las películas o de los partidos de fútbol con la mayor calidad de imagen y sonido posible.
Para estos cometidos, la nueva generación de proyectores que están saliendo al mercado presentan ventajas a tener muy en cuenta respecto a los televisores LCD. Buen ejemplo de ello es el Acer P1500 que he tenido la ocasión de probar, un proyector de excelentes prestaciones que se adapta a las necesidades del usuario promedio.
Por un precio que no llega a los 650 euros, reproduce contenidos a una resolución nativa de 1920 x 1080 píxeles y nos permite proyectar 150 pulgadas tanto en 2D como en 3D en cualquier pared sin mayores problemas gracias a la potencia luminosa de 3000 lumens con la que emite. Unas características estas que hacen que ofrezca un grado de inmersión inalcanzable para un TV convencional.
Dispone de un contraste de 10000:1 y su óptica de apertura es tal que desde 3 metros de distancia proyecta imágenes de 2,5 metros de anchura. Un tamaño que, a no ser que invirtamos miles de euros en la compra de un televisor de 100 pulgadas, no vamos a obtener con un LCD. Es, como dice un amigo, lo más parecido que existe a ver una película en el cine… pero sin tener que salir del salón de casa.
La ficha que facilita el fabricante indica que el periodo de vida de la lámpara tipo OSRAM es de 4000 horas (5000 si lo configuramos en modo ECO), de manera que dándole un uso normal debería durarnos años. Un detalle, este último, de considerable importancia dado que sustituir una lámpara nos puede salir por cerca de 150 euros.
Uno de los aspectos que suele generar cierta preocupación entre quienes están interesados en un proyector es el ruido del aparato cuando está en funcionamiento. En el caso del Acer P1500 el ventilador emite unos apenas perceptibles 32 dB (26 dB en modo ECO). A modo comparativo, el MacBook Air llega hasta los 44,8 dB cuando ejecuta algún programa que requiere de una gran potencia de cálculo.
Dicho esto, es conveniente señalar que los proyectores no están pensados, al menos a día de hoy, para sustituir a los televisores convencionales, sino para complementarlos. A modo de ejemplo, si lo que queremos es ver un canal de la tele mientras comemos y el salón está iluminado, lo mejor es encender el LCD o plasma de toda la vida.
Pero si podemos tener la habitación a oscuras y queremos disfrutar de una sensación cercana a la que se consigue en el cine, no hay nada como desplegar la pantalla retráctil del proyector, sentarnos cómodamente y ponernos a ver una película a un tamaño de 150 ó 200 pulgadas. Una experiencia que, por poco más de 600 euros, podemos lograr ahora mismo gracias a un proyector como el referido Acer P1500 o a otros de similares características que están apareciendo en el mercado.