La compañía Mail-Filters, especializada en la detección de spam, ha hecho público un informe en el que explica que durante la última semana, sus servidores detectaron una media de 103.967 correos basura enviados cada hora a sus clientes. Ben Westbrook, CEO de la empresa, ha explicado que la mayoría de ordenadores que utilizan los spammers para distribuir sus mensajes son de otros internautas, a quienes se los han hackeado previamente.
Y es que, en su opinión «millones de equipos continúan siendo hackeados con el propósito de enviar correo no deseado». Para Westbrook, éste es el principal problema al que se enfrentan empresas que como la suya, luchan contra este tipo de prácticas.
A día de hoy, los principales ISPs optan por banear las direcciones IP de las computadoras que envían (ya sea voluntaria o involutariamente) spam, por lo que las personas que utilizan dichos ordenadores acaban viendo cómo no pueden enviar sus propios mails.
Llegados a este punto, el directivo de Mail-Filters ha aprovechado la ocasión para vender las bondades de sus productos anti-spam, al asegurar que son capaces de distinguir los correos basura de los mails normales con un porcentaje de éxito de más del 95%. Pero teniendo en cuenta los millones de mensajes que se envían cada día en todo el mundo, no ha explicado qué medidas toman las compañías del sector para asegurar que el 5% restante puedan comunicarse diariamente sin problemas.