Observa con atención la siguiente fotografía. ¿Ves algo extraño? En efecto, como seguro que ya habrás advertido, el agua está «cayendo» hacia arriba, en lugar de en dirección opuesta como en principio sería lo lógico. ¿Cómo es eso posible? Permíteme que te lo explique.
Comencemos por el principio. Es importante dejar claro que la imagen no ha sido retocada digitalmente con Photoshop u otra herramienta similar. Nadie ha cogido una botella de agua, la ha girado y a continuación la ha colocado en la mano del piloto para gastar una broma a alguien. Es absolutamente real.
Está tomada desde un aeroplano ligero mientras realiza un giro sobre sí mismo. En ese preciso instante la avioneta se está desplazando hacia delante al tiempo que traza una circunferencia perpendicular a la dirección de su movimiento cuyo centro está situado fuera del aparato. En el siguiente diagrama queda más claro:
Si tomamos la cabina como sistema de referencia, cuando el aeroplano gira los pasajeros y objetos que hay en su interior experimentan una fuerza centrífuga que los aleja del eje de rotación. La magnitud de la misma es el resultado de la ecuación:
Fc = (m * v2) / r
Siendo m la masa del objeto, v la velocidad a la que se mueve alrededor de la circunferencia y r el radio de giro. Tal y como se puede deducir, si la velocidad de giro es suficientemente elevada y el radio de giro es pequeño, la resultante es una fuerza centrífuga de una magnitud muy elevada.
La explicación física a que el agua «caiga» hacia arriba se debe, por tanto, a que la fuerza centrífuga, que aleja a los pilotos y a los objetos del centro de la circunferencia situada bajo el avión, es más elevada que la otra fuerza que actúa sobre los mismos, la gravedad. De ahí que el agua no caiga hacia abajo, sino en dirección contraria al radio de giro